Las conversaciones difíciles en el trabajo pueden ser incómodas y estresantes, pero
son una parte inevitable de la vida laboral. Ya sea que esté abordando un problema
con un colega, un cliente insatisfecho o un superior, hay algunas estrategias que
puede utilizar para manejar la situación de manera efectiva.
1. Prepárate: Antes de tener la conversación, asegúrate de estar preparado. Piensa en
lo que quieres decir y cómo lo vas a decir. Si es posible, practica la conversación con
un amigo o colega de confianza. También es importante tener en cuenta el contexto de
la conversación y cualquier información relevante que pueda ayudarte a abordar el
problema.
2. Mantén la calma: Es importante mantener la calma durante la conversación, incluso
si la otra persona se pone emocional o agresiva. Si te sientes abrumado, toma un
momento para respirar profundamente y recuerda tus objetivos para la conversación.
Mantén un tono devoz tranquilo y respetuoso, y evita responder con agresividad o
sarcasmo.
3. Escucha activamente: Escuchar activamente es una habilidad importante en
cualquier conversación difícil. Asegúrate de prestar atención a lo que la otra persona
está diciendo y trata de entender su perspectiva. Haz preguntas para aclarar cualquier
malentendido y repite lo que has entendido para asegurarte de que estás en la misma
página.
4. Sé claro y directo: Cuando estés listo para abordar el problema, sé claro y directo en
tu comunicación. Usa declaraciones "yo" en lugar de "tú" para evitar que la otra
persona se sienta atacada. Por ejemplo, en lugar de decir "tú siempre haces esto mal",
di "yo me siento frustrado cuando esto no se hace correctamente". Sé específico en
tus comentarios y ofrece soluciones concretas si es posible.
5. Busca una solución: El objetivo de cualquier conversación difícil debe ser encontrar
una solución que funcione para ambas partes. Trata de ser creativo y flexible en tu
enfoque para encontrar una solución que satisfaga a ambas partes. Si no puedes
llegar a un acuerdo, considera la posibilidad de buscar la ayuda de un tercero
imparcial, como un mediador o un supervisor.
6. Sigue adelante: Una vez que hayas tenido la conversación difícil y hayas llegado a
una solución, es importante seguir adelante. No te quedes atascado en el problema o
en la conversación difícil. En lugar de eso, enfócate en cómo puedes trabajar juntos de
manera efectiva en el futuro.
En resumen, manejar una conversación difícil en el trabajo puede ser desafiante, pero
con la preparación adecuada, la calma y la comunicación clara, puedes abordar el
problema de manera efectiva. Escucha activamente, sé claro y directo, busca una
solución y sigue adelante para mantener una relación de trabajo saludable y
productiva.

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